Nos hace falta un gran rato para ser cariñosos el uno con el otro, somos bastante orgullosos los dos, siempre andamos discutiendo y pocas veces acabamos de buenas. ¿Pero sabes que es lo mejor? Que tarde o temprano siempre acabamos volviendo a lo mismo de siempre, a nuestra historia bonita. Esa historia de los mensajes a las tantas de la madrugada, esa historia de sonrisas y besos robados, o esa historia dónde los protagonistas somos él y yo.
El amor supera al orgullo, y aquí estamos, queriéndonos como nunca, cada vez la historia se hace más inolvidable, y a la vez más dolorosa. ¿Sabes porque sigo aqui, si todo esto a veces me destroza por dentro? Porque los momentos bonitos superan a los desagradables, eso es lo que verdaderamente importa.
Todavía me puedo acordar de aquellos momentos; esos emborronados recuerdos que tú me enseñaste a pintar.. todas esas promesas que sellamos con una sonrisa y que todavía siguen cumplidas, tan importantes como pudieron serlo una vez; todas esas confesiones y secretos que podrían no ser nada, pero que para nosotros eran un mundo, que jamás me he atrevido a revelar; todas esas oportunidades que aprovechamos, y todos esos momentos, en los que me cogiste de la mano.
Todo eso y más, alimenta mis sueños y mis ilusiones, tu mano; tan suave y protectora contra la mía, que me asegura que todo va a ir bien, que después de la tormenta, viene la calma. Y en el caso de que no venga, estás a mi lado, y ya puede venir viento y marea que mientras sigas aquí, el resto no importa.
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